Aprendo mientras me divierto.
La educación
primaria venezolana presenta en la actualidad una serie de fallas que se vienen
arrastrando desde su implementación. Estudiosos de la materia han discutido en múltiples
oportunidades la fractura que existe entre la teoría y la realidad, de la misma
manera han planteado cambios significativos con el fin de mejorar su calidad,
sin embargo continúa siendo repetitiva lo cual trae como consecuencia la
desmotivación, el desinterés y en otros casos más radicales la deserción de los
educandos.
La concepción de la educación primaria como
un proceso centrado en el educando tomando en cuenta sus características, físicas,
intelectuales, afectivas y sociales quedó plasmada como un sueño lejano, una utopía
que no encaja con la realidad ya que el diseño curricular venezolano carece de
actividades que estén en función de las características particulares del
estudiante y su etapa evolutiva.
Los objetivos no
conllevan al pleno desarrollo de la personalidad del individuo, en su mayoría
hacen hincapié en el aspecto cognoscitivo que intenta desarrollar pero de
manera errónea ya que el estudiante va a acumulando informaciones que por lo
general no procesa al no poderlas conectar con sus experiencias esto hace que
el conocimiento general sea efímero que el memorice para presentar una
actividad de evaluación y lo olvide rápidamente por falta de significación o
aplicación. El aprendizaje continúa siendo teórico, memorístico, porque los
contenidos programáticos no incursionan a niveles más complejos de aplicación, análisis
y síntesis.
El educador a pesar de que la normativa de educación
primaria intenta mostrarlo con un perfil sumamente ambicioso, con características
como: democrático, facilitador, orientador, promotor y agente de cambio, no ha
logrado desprenderse por completo del tradicionalismo en el cual fue formado pues continua siendo autoritario, trasmisor de información, autor de lo correcto,
juez de la evaluación y del actuación del grupo, efectuando una minoría de
maestros quienes realmente al afrontado el cambio con verdadera convicción.
La educación primaria debe tomar en
consideración los nuevos paradigmas que se inclinan hacia la naturaleza holística
del ser humano y el educador como elemento primordial de la misma necesita
conocer para buscar un camino que conlleve a mejorar la calidad de la
enseñanza. De acuerdo a lo planteado es una necesidad de primer orden en la educación primaria implementar estrategias que conllevan no sólo a la comprensión de los contenidos, si no también a un aprendizaje más placentero, significativo donde el estudiante sea participe y protagonista de su propio proceso de aprendizaje, por lo cual se plantea la inclusión de estrategias lúdicas para incentivar la motivación antes y durante de cada actividad didáctica propiciando un ambiente agradable que produzca en el educando un estado anímico adecuado, lo cual le permitirá aprender con placer.
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