Maestro
tu que escogiste esta noble profesión y que asumiste la responsabilidad de
ilustrar a tu prójimo con amor y con bondad, cumple con tu labor por amor y
vocación.
Ten
sabiduría a la hora de tratar a cada niño recuerda que todos no son iguales,
que cada uno tiene diferencias y distintas necesidades…
Recuerda
tener tolerancia también flexibilidad práctica la justicia y la igualdad, que
no haya discriminación en tu corazón, no permitas que este sentimiento este en
tu corazón…
Recuerda
que eres un líder y un ejemplo a seguir, motívalos a construir un bonito
porvenir; edúcalos con entusiasmo no seas tan cansón de vez en cuando hazle un
juego que le alegre el corazón, que les cause placer la aventura de aprender…
Involucra
el afecto y se constante y recuerda que uno de los pensamientos del libertador
reza: “el objeto más noble que puede ocupar un hombre es ilustrar a sus
semejantes...
Sé
maestro de alma, sé maestro de corazón y da
a tus alumnos una buena formación.
Autor: Edith Hidalgo
Precioso poema para la reflexión, me gusta mucho lo de "no a la discriminación", cada quien es diferente y valioso. Martha
ResponderEliminarTe felicito por ese Don. Bello poema para reflexionar.
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